Por Alberto de los Ríos
Cuando iba en preparatoria y tenía que elegir el área a la cual entrar, opté por el área 2 (Ciencias biológicas y de la salud), pues yo quería estudiar psicología. Mi madre, Victoria, me hizo platicar con amigos psiquiatras, pues veía mayor potencial en mí, por lo que me metió la espinita de la medicina.
Recuerdo que yo no estudiaba mucho, pero siempre he tenido buena memoria y presto mucha atención cuando me enseñan cosas, mi mamá estaba agobiada, pero yo muy confiado me presenté el día del examen de la UNAM y esperé los resultados.
Por fortuna, fui aceptado en el grupo selecto para estudiar medicina, yo estaba seguro que lo que quería era estudiar psiquiatría, sin embargo, conforme pasaban los años e iba teniendo nuevas materias, empecé a inclinarme por otras especialidades, lo único que tenía muy claro es que cirujano no iba a ser, pues no tengo muy buen pulso.
Me empecé a dar cuenta que lo que me gustaba de la medicina era encontrar la causa del padecimiento, y me cuestioné muchas veces sobre cuando uno va a consulta, generalmente solo le dan el tratamiento para "curar" pero realmente no ven la causa, así mismo, me cuestioné sobre las sub-especialidades, en cómo se ha ido viendo al ser humano como un simple órgano, por ejemplo, si tenemos algo en el corazón, vamos al cardiólogo, y desde mi percepción, eso no es lo mejor, pues somos un sistema y todo está conectado, esta reflexión me hizo decidir estudiar medicina interna, pues es la especialidad que ve al ser humano como un sistema y trata los padecimientos acorde a las causas, para mi, una vez que se identifica de dónde viene la causa, es cuando se manda a las personas con los sub-especialistas.
Y como buen médico, quería seguir estudiando, alguna sub-especialidad que fuera por el mismo camino, y fue que decidí estudiar geriatría, pues es seguir viendo a las personas como un ser integral, pero mucho más complejo, pues no solamente se ven los padecimientos físicos, si no también los emocionales, de alguna forma es retomar ese gusto por la psicología, pero complementado con la medicina, me encanta tratar con los adultos mayores, les aprendo mucho, me encariño, me gusta poder ayudarlos a tener una mejor calidad de vida y a que se sientan bien, es por eso que me encanta mi profesión, pues me deja más de lo que yo les puedo dar.